“Se nos ha olvidado cómo disfrutar plenamente de un momento. Estamos acelerando la vida en lugar de vivirla”, asegura Carl.
México / 5 junio 2020
Nuestra sociedad se ha obsesionado con la rapidez y con la inmediatez. Queremos conseguir más cosas en menos tiempo y como resultado, estamos viviendo a un ritmo casi frenético donde no hay lugar para gozar de los momentos.
El movimiento slow nos presenta un nuevo enfoque cultural donde lo importante se antepone a lo urgente. Realentizar racionalmente en los momentos oportunos nos permite conseguir mejores y más rápidos resultados. No se trata de hacer todo a “paso de tortuga”, se trata de encontrar la velocidad adecuada para cada momento.
Culturalmente se asocia la lentitud y el descanso con la pereza, pero la realidad es que exponer nuestro cuerpo a condiciones de trabajo fuera de los limites no nos hará más productivos. La productividad debe ir de la mano con la calidad de vida; no se puede sacrificar la una por la otra. Paradójicamente, cuando tomamos un descanso en el trabajo, nuestra mente y cuerpo logran una mayor concentración y se incrementan los niveles de productividad. La clave no es trabajar más sino trabajar mejor.
En el entorno empresarial, estudios han revelado que un empleado feliz es mucho más productivo. Estas son algunas estadísticas interesantes que corroboran la importancia de realentizar las jornadas y procesos laborales:
- Se reduce la rotación del personal hasta en un 46%
- Los costos generados por enfermedades de los empleados se reducen hasta en un 19%
- Aumenta la productividad hasta en un 12%
Es evidente que las empresas modernas deben reinventarse y aprovechar los beneficios generados por el movimiento slow. Hacer las cosas aceleradamente no es la mejor estrategia si realmente queremos lograr grandes resultados.
Algunos principios del Movimiento Slow
El movimiento slow se fundamenta en una serie de principios que varias empresas alrededor del mundo ya están poniendo en práctica…
Trabajar menos puede significar trabajar mejor. Estar todo el día en una oficina no siempre se traduce en mayor productividad. Cuando descansas adecuadamente, obtienes mejores resultados.
Tomar descansos durante la jornada laboral. Un descanso durante el día laboral recarga las pilas físicas y energiza la mente.
Desenchufarse. Nos han vendido la idea de que debemos estar todo el tiempo conectados, pero hay momentos donde desenchufarnos de nuestros teléfonos y pantallas nos traerá grandes beneficios para nuestra salud y para nuestro trabajo.
Liberar a los empleados. Hay que dar autonomía y libertad al talento humano de nuestra organización. Las empresas deben ser más abiertas y democráticas.
Si quieres conocer más sobre el movimiento slow y sobre Carl Honoré, puedes visitar el sitio web: www.carlhonore.com, allí encontrarás sus libros, un blog y mucha información sobre el tema.
